
La crema hidratante es un imprescindible en la rutina de cuidado diario de nuestro rostro. Usarla previene el envejecimiento prematuro y garantiza que nuestra piel estará hidratada y protegida de las agresiones del clima y la contaminación.
Pero ante tanta variedad, ¿cómo saber cuál es la crema que te conviene? Pon atención a los siguientes consejos para escoger la mejor crema hidratante.
¿Cómo actúa la crema hidratante en nuestro rostro?
Las cremas hidratantes están diseñadas para proteger a la epidermis de los agentes externos como el viento, el sol, la contaminación, el polvo… Tienen la facultad de crear una barrera protectora, fortalecer la piel y mejorar su función. Además, aportan frescura y agua a los tejidos, lo que se traduce en un aspecto luminoso y una piel más tersa.
Las cremas hidratantes con ingredientes naturales son más eficaces en el cuidado de la piel, sus resultados son más duraderos y no provocan alergias ni irritaciones.
Los ingredientes naturales que debe tener una buena crema hidratante
Germen de trigo
Es la parte de la semilla de la que nace una nueva planta, por lo tanto, es rica en vitaminas, aceites, proteínas y minerales. Contiene Vitaminas del grupo B, que proporcionan un aspecto más bonito a nuestra piel y pelo. Asimismo, es rica en Vitamina B6 (Piridoxina), que ayuda a la buena salud de la dermis. La carencia de esta vitamina produce erupciones, escamaciones y sequedad.
Otro de sus componentes estrella es la Vitamina E, que, gracias a sus efectos antioxidantes, retrasa el envejecimiento prematuro. El potasio que contiene este cereal neutraliza los efectos del sodio, equilibra el paso y la salida del agua y, de esta forma, mantiene la piel más hidratada.
Bayas
En sus distintos tipos, estos frutos rojos son ricos en antioxidantes, por lo que son ideales para retrasar el envejecimiento. Particularmente, algunas bayas contienen unos 20 aminoácidos esenciales, Vitaminas B1, B2, B6 y E; 21 minerales de rastreo, selenio, ácido linoleico, germanio y más betacaroteno que la zanahoria común.
Miel
La miel tiene una riqueza vitamínica que ha sido muy bien aprovechada en el mundo de la cosmética. Sus enzimas naturales cuidan y embellecen nuestro cutis y, entre sus beneficios, están los de ofrecer una extrema hidratación.
Gracias a la combinación de sus vitaminas y minerales, humecta por varias horas, haciendo que nuestro rostro se sienta más flexible y conserve su elasticidad natural.
Higo chumbo
El higo chumbo es una planta perteneciente a la familia de los cactus que crece en toda la zona del mediterráneo. Tiene una cantidad abundante de antioxidantes y un 80% de ácidos grasos esenciales, que regeneran la piel.
También, contiene Vitamina E y esteroles que protegen la piel de los radicales libres. Dada su composición, el aceite que se extrae de esta planta evita la sequedad de la piel, previene el envejecimiento y las arrugas y mejora la hidratación.
Pera
La pera es rica en Vitaminas C y E, selenio, zinc y betacarotenos. Además, contiene gran cantidad de antioxidantes que actúan sobre los radicales libres, frenan el proceso de envejecimiento y minimizan los procesos inflamatorios.
Fruta de la Pasión
Cuenta con un alto contenido de Vitamina C y otros antioxidantes que actúan contra los daños ocasionados por los radicales libres que causan el envejecimiento. También, tiene la propiedad de mantener el colágeno y la elastina, otorgando firmeza y apariencia de piel joven.